24 de mayo de 2010

LOST. "The end"


Ahora ya son normales las islas con desfase temporal, los osos polares en mitad de la selva, los saltos en el tiempo, las bolsas de electromagnetismo, las teclas que hay que pulsar cada 108 minutos, las escotillas, los templos, el agua que resucita a los muertos, o los muertos que se hacen niños y queman sus propias cenizas. Los números 4 8 15 16 23 42 ya no son solo números, y el nombre de Jacob ya no se pronuncia en vano. Ya no me asustaré si mi avión amenaza con estrellarse, o si la isla en la que estoy desaparece delante de mis ojos. Recordaré si algún día mi avión es el vuelo 815 o el 316; si aterrizo en LAX. Sawyer, Charlie, Jack, Desmond, Kate, Hugo, Claire, Locke, Boone, Shannon, Sayid, Julliette, Bernard, Rose, Faraday, Benjamin, Lapidus, Richard, Sun, Jin, Eko, Penny, Miles, Alex, Danielle, Walt, Aaron, Libby, Ana Lucía, Charlotte... ya no son sólo nombres, han sido historia. Aún recuerdo el maratón "perdido" que hizo cuatroº hace poco más de un año, y de ahí, siempre algún nuevo capítulo descargándose, y entre tanto preguntas una y otra vez, sin respuesta. Los "quiero llegar a casa para ver LOST", "¿has visto ya el siguiente capítulo?" o el "¿vemos el siguiente, verdad?" a la hora que sea, han marcado todo un verano. Hace poco se me estaba haciendo eterno el tiempo de espera para la sexta y última temporada, y ¡oh!¡mierda! esta mañana ya había terminado la trama de vidas que se cruzan y enredan en una isla, cuanto menos, singular. Quizá no sea la mejor serie del mundo, la mejor producción en cuanto a pantalla  pequeña se trata (aunque no se queda corta), pero si algo me ha gustado de todo ese mundo que ha creado, es que ha revolucionado todo. El concepto del bien y el mal se ha disuelto; las relaciones personales se han tornado en principales y realmente las respuestas científicas hoy sobraban. ¿De verdad importa qué narices era la isla o esa luz?. Ni siquiera Jacob era un Dios, ni el humo negro el mal del mundo que se podía extender. Eran personas. Y ni Jack era un héroe ni Locke un ser bendecido por gracia divina al tocar la isla. Y Sawyer no terminó por ser el antihéroe, el rebelde sin causa. En todos hay blanco y negro. Todos se equivocaron alguna vez y hasta la persona más de ciencias acabó por creer. Si por algo aplaudo hoy a los guionistas de LOST es por haber demostrado que se pueden crear personajes rompiendo los moldes que nosotros hemos creado... ¡cuántas teorías demostrando quien era el bueno y quien era el malo!. ¿Para qué?. Añun recuerdo a todos los que decían que "Benjamin Linus es el mejor malo de la historia", para luego demostrarnos que nunca supo cómo manejar ninguna situación. Que sobrevivió a base de coincidencias y que hasta él tenía miedo. Las personas somos grises, y lo bueno es que en algún momento nos hemos podido sentir identificados con cualquiera de los personajes. Todos odiamos, todos tenemos ganas de gritar, todos lloramos, sufrimos, somos egoístas o en un momento lo damos todo por los demás. Las experiencias nos marcan y los flashback nos demostraron el por qué de distintas acciones. Charlie no era un rockero drogadicto sin más, él entró en las drogas sin querer hacerlo y toda su debilidad le arrastró a un bucle del que consiguió salir. Lo bueno de la tonalidad gris, es que puede tender al negro o al blanco, porque si algo hacemos todos, es amar. Y sí, el final, lejos de grandes efectos especiales, peleas al borde de acantilados, sacrificio, a estado marcado por eso, por el amor. Sinceramente, desde la primera temporada hasta la última los guionistas han sido capaces de darnos dos lecciones. La primera es que no podemos juzgar a nadie sin conocer los motivos y los miedos que le arrastran, y otra es que el amor mueve mares, océanos, islas... Somos capaces de morir por amor, por amistad... Somos capaces de matar. Los seres humanos somos complicados, ¿para qué negarlo? y creo que ese es el motivo de que sea una serie dificil de explicar y tan fácil de sentir. De que hay algo más que guiones fantásticos sobre islas sin dibujar en los mapas.
"See you in another life brother".

23 de mayo de 2010

Nunca tuvimos una canción favorita. Ni un libro, ni una película, ni un sabor, ni un olor. No quedan días de lluvía y hoy no había mermelada en la nevera. Quise olvidar todo y olvidé qué había olvidar. ¡Mierda! Es cierto que alguna vez perdí la cabeza. Las ganas, el miedo y el corazón. No queda nada y nos olvidamos de guardar en un bote de judías: las gotas de sudor, las de la lluvia, y las lágrimas. De guardar en cloroformo las pestañas, los suspiros y las tiritas que nos arrancaron un trozo de nosotros. De mi. De ti. Del tiempo. Y hoy hace calor. En la cama, en el parque, en la estación, en la cocina... Calor sin ti y ya no sé ponerte nombre, mote, seudónimo. Hoy no se veía la televisión y ninguna canción me consuela o me recuerda. He olvidado hasta qué grupos me hicieron sonreír, gritar, cantar y que me doliera la garganta. No sé ni qué serie podría ver para matar el tiempo. He olvidado que nosotros matabamos ilusiones, rompiamos colchones y saltábamos en los charcos. Corríamos detrás de todo y delante de la policía. No sé quien soy. Qué narices fui. Qué cojones seré. Tengo miedo del tic tac de los relojes, de la palabra "nunca", de que aparezcas y no sepamos qué hacer, decir o besar. Me desgastaste. Me doliste. Me arrancaste. Solo recuerdo que tiré el corazón a un contenedor cuando salí corriendo detrás de ti. Y no sé en qué calle fue, en qué esquina o en qué callejón. No sé ni dónde te conocí. Ya no sé ni dónde te besé para quedarme pegada a ti. Ni que canción poner para recordarte, para saber quien fuiste o quien serás, porque nunca dijimos: "Esta es nuestra canción". Ni tampoco sé si esa frase no es más que una leyenda urbana y yo soy una imbécil crédula. Que aún tiene fe en el amor. En amor que desgarra, que duele y que arranca corazones.

18 de mayo de 2010

formspring.me

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17 de mayo de 2010

Universimad. "La música es de las pocas cosas que pueden arreglar un mal día".

Hace poco leí en algún sitio que un disco no es bueno o malo. Que no se puede juzgar la calidad de un proceso productivo sin considerar los motivos, el momento personal que atraviesa el compositor a la hora de escribir y nadie puede entrar en la piel de nadie a la hora de escuchar un cd. Sé que es muy precipitado asignar la corona de "mejor disco del año" a cualquier grupo cuando aún no hemos atravesado siquiera el ecuador del 2010, cierto. Pero una cosa tengo clara, "Universal" de La Habitación Roja ha puesto el listón muy alto. Aún no sé por qué busqué en Spotify el nombre del grupo. Creo que tenía una espinita clavada y que a pesar de que en menos de un mes les he conseguido hacer un pequeño hueco a sus canciones y aunque supiera a poco, ya los he podido ver en directo, aún la espina sigue ahí. La habitación roja siempre ha sido un grupo que han estado, que alguna vez me podía sorprender tarareando alguna melodía de su amplía discografía, y que sin embargo nunca me había parado a escucharlos de verdad. Creo que la espina ahora se ha clavado más por la rabia de no haberlo hecho antes que por el hecho de que el sábado me supiera a poco su fugaz paso por el escenario del Universimad. Rabia, una vez más de no haber podido saborear más momentos con su música como banda sonora. Hay una expresión que últimamente uso mucho, y que me hace sonreír siempre que lo hago. Es un grupo que me ha volado la cabeza. Y si sonrío es porque es cada vez más dificil que me pase. Y ellos no sólo me han volado la cabeza con el último disco, lo han hecho con "Cuando ya no quede nada", "Nuevos tiempos", del que descubrí alguna canción borrando música de mi antiguo mp4, y sé que lo irán haciendo a medida que me vaya haciendo con toda su discografía. En parte es gracioso descubrir un grupo tarde. Te puedes empapar de toda una evolución en solo una tarde y sonreír al comparar canciones antiguas y nuevas. No he escrito todo esto sólo para vender "Universal" como el mejor disco del 2010, puede que en Diciembre ya no piense igual, pero quizá entonces yo ya no sienta igual y no tenga la necesidad de cantar que "Voy a hacerte recordar, lo que no quieres ser, lo que eres sin querer, lo que ya no podrás hacer, voy a hacerte recordar, lo que ya no será lo que ya no tendrás lo que ya no podrás tener. Dormir bajo un cielo estrellado y sincero,regalarte el mundo entero ser el único, el primero..." y tampoco llore cuando suene que "quiero saber si es verdad que dijiste que yo...que yo nunca fui especial, tan solo alguien más con quien poder matar el tiempo y tu soledad...". Volvemos al principio. Un disco no es malo ni bueno, simplemente son canciones que vuelan y a veces tocan corazones sensibles que son capaces de hacerlas suyas y yo ahora he dado con mi motín personal. Una discografía entera llena de canciones que me hacen temblar con acordes que son especiales y letras que son poesía y que muchas veces dicen lo que yo no me atrevo a decir. "Te lo volveré a repetir: Te quiero, te quiero, te quiero así, yo te quiero así..."

Cuando los presentaron antes de salir al universimad, dijeron que "saboreaban uno de los mejores momentos", y yo me alegré por ellos como si los hubiera seguido del principio. No es cierto, pero tengo ganas de hacerlo hasta el final. Fue bonito ver cómo animaron aquello, cómo la gente corrió para estar más cerca del escenario y cómo nos hicieron disfrutar. Es cierto que fue agridulce ver cómo les quitaban las guitarras literalmente y les echaban del escenario cuando aún les quedaban dos temas por tocar, y que uno de ellos fuera cajas tristes. Pero el balance fue positivo y quizá solo fue un aperitivo para lo que vendrá a partir de ahora. Aperitivo que sirvió para ver cómo se desenvuelven ahí arriba, y ver la conexión que crean con el público. Las sonrisas que regalan a pesar de llegar cansados de un concierto en León la noche anterior. Ellos fueron los que animaron aquello en las primeras horas de la mañana, aún con nubes sobre nosotros y que rara vez dejaban que el sol se asomara.
Fue con The Righ Ons cuando realmente lo hizo. Cuando el sol quiso salir de una vez. Y fue toda una sorpresa (y no sólo meteorológica) esos chicos que estaban en el escenario disfrutando y que hicieron disfrutar a un recinto que empezaba a llenarse. Me sorprendieron para bien. Me hicieron disfrutar y con sólo conocer su nombre por el cartel del Low Cost, al final terminé coreando algún verso de alguna canción como eso que dice "Take it easy". Aunque no me atrevo a calificar a un grupo en la primera escucha, si me atrevo a hacerlo cuando los veo en direco, y si hay una palabra que los pueda definir es espectáculo. Me hicieron reír, saltar y ahora no dejan de sonar. Tienen energía y saben trasmitirla. Son uno de esos grupos que necesitas escuchar antes de irte de fiesta una noche, mientras te arreglas y das saltos por tu casa. Son alegres, su música es alegre, y su directo es alegre. Hace poco lo comentaba con una amiga: "es más fácil hacer canciones tristes que alegres", y la mayoría de los que intentan hacer canciones del segundo tipo, la cagan. The Right Ons me demostraron que no. Que se pueden hacer canciones alegres y buenas de forma natural y sencilla y que se puede disfrutar tanto debajo como encima del escenario de la misma manera con esas cosas a las que llamamos canciones.

No sólo de grupos consagrados va la historia del Universimad, realmente lo mejor de todo es que se de la oportunidad de subir a ese escenario a grupos que siguen picando día tras día e ilusión tras ilusión el muro que ahora se presenta en el mundo de la música. Aunque a veces no es cierto que sólo haya ilusión, sino que a veces hay la parte negativa, la desilusión. Y no sólo por ellos, sino por aquellos que creemos en esos grupos que siguen ahí y lo intentan una y otra vez. Personalmente, tengo que hablar de Apnea y no sólo por el hecho de que vengan del mismo sitio del que vengo yo, de Aranjuez. Es por el hecho de que son buenos y que al menos uno de los premios que se repartieron el otro día debía de haber sido para ellos. Y puede que yo no sea objetiva y que no prestara atención a esos que se llevaron tres premios de cuatro, Chicomalo, ni a los que se llevaron el primer premio, Naive, pero presté atención a la hora de repatir los premios y me pareció injusta la forma de hacerlo. Da igual, al final, aunque el sabor fuera agridulce otra vez, yo me quedo con el tiempo en que tuvieron a todos a sus pies, aunque fuera poco, y con las tres canciones que pudieron tocar y que, como presentación de lo que será su segundo álbum, dieron a conocer que tienen ganas de seguir ahí, y que la música no muere. Ni las ganas. Ni la ilusión.

Al final, con el ritmo de Lula en los oídos, nos fuimos de allí, con un puñado de buenas canciones, momentos y con ganas de repetir.

pd. gracias a Cass por dejarme usar las fotos y por venir y sacarme de ese encierro estudiantil que me está alejando del rock por un mes! arg. universimad'11 nos espera jajaja.
pd2. El viernes 4 de Junio Apnea estarán tocando en la sala Moby Dick de Madrid. Yo imagino que ese día estaré en la "ciudad del Rock" viendo a Bon Jovi, John Mayer y Pereza. Y me da rabia, pero si alguien no tiene plan... yo iría.