30 de julio de 2010

Nos creemos que somos los dueños de nuestros sueños y acabamos vendiendo los corazones descosidos en mercadillos de barrio. Nos hemos pasado la vida llenando maletas, y al final, cuando se vacían, paradójicamente, están llenas de recuerdos. A veces me gustaría encerrarme en una de ellas y vivir viajando en todos los maleteros de los autobuses, notando el asfalto en debajo de mi. He quemado la carretera, y tu me quemaste el corazón. Vivir rápido para no pensar, es solo una excusa de los cobardes que no se atrevieron nunca a ser felices. Y yo soy una de ellas, cobarde que duerme encerrada en las maletas sólo para que los sueños se mezclen con los recuerdos. Creo que defenitivamente, sólo somos dueños de las estupideces que llegamos a hacer para engañarnos y creernos que somos valientes. Con V de Vaso. Y la T de Tragos. Qué imbecil. Hoy me duele la espalda porque nunca fui lo suficientemente flexible como para caber dentro de una maleta, y por más que te lo creas, hay cosas que no se pueden cambiar. Creo que sólo me falta por coger una mochila y llenarla de descosidos que vender en el mercadillo del barrio.

3 de julio de 2010

Cerrado por vacaciones.